Por Ander Barroso.-
Debutar la última de todas las favoritas no benefició a una España que no tuvo un debut plácido y perdió (0-1) ante Suiza. El equipo de Vicente del Bosque se encontró con un equipo bien plantado atrás, que se replegaba con hasta nueve futbolistas cuando la selección tenía el balón.
Hitzfeld conocía muy bien al combinado español. Secó a Xavi con un marcaje individual, mientras que Iniesta sólo brillaba cuando caía a la banda. El gran mérito de los suizos fue el deshabilitar el juego por dentro, la gran arma del combinado español.
El arranque del partido invitaba al optimismo. La selección tenía la paciencia necesaria a la hora de buscar los espacios y la realidad no era que pronto o tarde acabaría llegando el ansiado gol. Sin embargo, esté se resistió, porque no fue la tarde de la Roja. Xavi e Iniesta no participaban tanto en el juego como otras veces, al igual que un marginado Villa al que no le llegaban balones.
Las buenas sensaciones de los primeros veinte minutos desaparecieron y el partido se metió en una dinámica gris. A los de Del Bosque les costaba llegar más de la cuenta, lo que dio lugar a más imprecisiones que otras veces y el único alivio era que Suiza parecía una cenicienta en ataque.
España tuvo siempre la posesión del balón y sus acercamientos al area de Benaglio llegaban con menos claridad de lo que suele ser habituar en el equipo español. Costó y mucho acertar en el último pase.
Parece imposible que un equipo pueda exprimir tanto sus llegadas como lo hizo Suiza. Los de Hitzfeld sólo habían llegado una vez con anterioridad al marco de Casillas, cuando un contragolpe acabó en un pase a la espalda de la defensa que sorprendió a todos. El portero de Móstoles no se anticipó al pase, perdió la posición con la portería y tras una dudosa falta a Piqué, Fernandes obraba la gesta.
Fue el momento en el que el seleccionador español apostó por Torres y Navas como revulsivos. El delantero del Liverpool dio varios sustos al portero suizo, mientras que el hispalense siempre es una garantía por su velocidad en la banda. Sin embargo, con el 0-1 Suiza no hizo otra cosa que encerrarse un poco más y España siguió tan imprecisa como en todo el partido.
Así, llegó el pitido final y la Roja selló con una derrota su primer partido en Sudáfrica. Una derrota inesperada para muchos antes del encuentro y que tras él, supone una cura de humildad. Sin embargo, no creo ni que antes habría que ser tan optimistas ni ahora tan pesimistas, porque este equipo sabe a lo que juega y sinceramente, no les veo pinchando dos partidos seguidos, por lo que pasar a octavos es más que factible, aunque sea como segundos.
Debutar la última de todas las favoritas no benefició a una España que no tuvo un debut plácido y perdió (0-1) ante Suiza. El equipo de Vicente del Bosque se encontró con un equipo bien plantado atrás, que se replegaba con hasta nueve futbolistas cuando la selección tenía el balón.
Hitzfeld conocía muy bien al combinado español. Secó a Xavi con un marcaje individual, mientras que Iniesta sólo brillaba cuando caía a la banda. El gran mérito de los suizos fue el deshabilitar el juego por dentro, la gran arma del combinado español.
El arranque del partido invitaba al optimismo. La selección tenía la paciencia necesaria a la hora de buscar los espacios y la realidad no era que pronto o tarde acabaría llegando el ansiado gol. Sin embargo, esté se resistió, porque no fue la tarde de la Roja. Xavi e Iniesta no participaban tanto en el juego como otras veces, al igual que un marginado Villa al que no le llegaban balones.
Las buenas sensaciones de los primeros veinte minutos desaparecieron y el partido se metió en una dinámica gris. A los de Del Bosque les costaba llegar más de la cuenta, lo que dio lugar a más imprecisiones que otras veces y el único alivio era que Suiza parecía una cenicienta en ataque.
España tuvo siempre la posesión del balón y sus acercamientos al area de Benaglio llegaban con menos claridad de lo que suele ser habituar en el equipo español. Costó y mucho acertar en el último pase.
Parece imposible que un equipo pueda exprimir tanto sus llegadas como lo hizo Suiza. Los de Hitzfeld sólo habían llegado una vez con anterioridad al marco de Casillas, cuando un contragolpe acabó en un pase a la espalda de la defensa que sorprendió a todos. El portero de Móstoles no se anticipó al pase, perdió la posición con la portería y tras una dudosa falta a Piqué, Fernandes obraba la gesta.
Fue el momento en el que el seleccionador español apostó por Torres y Navas como revulsivos. El delantero del Liverpool dio varios sustos al portero suizo, mientras que el hispalense siempre es una garantía por su velocidad en la banda. Sin embargo, con el 0-1 Suiza no hizo otra cosa que encerrarse un poco más y España siguió tan imprecisa como en todo el partido.
Así, llegó el pitido final y la Roja selló con una derrota su primer partido en Sudáfrica. Una derrota inesperada para muchos antes del encuentro y que tras él, supone una cura de humildad. Sin embargo, no creo ni que antes habría que ser tan optimistas ni ahora tan pesimistas, porque este equipo sabe a lo que juega y sinceramente, no les veo pinchando dos partidos seguidos, por lo que pasar a octavos es más que factible, aunque sea como segundos.