Por Ander Barroso.-
El Manchester se las prometía felices cuando a los siete minutos ya ganaba por dos tantos de diferencia. Y es que los de Ferguson no pudieron estar más precisos en sus dos primeros disparos. El primero fue de Gibson, que no se lo pensó dos veces desde fuera del area a los tres minutos. Cuatro más tarde, una internada de Valencia fue acabada de tacón por Nani.
El panorama de la eliminatoria cambió radicalmente en un suspiro. El Bayern estaba obligado a pasar a la acción si quería seguir vivo. Si hay algo que no se le puede reprochar a Van Gaal es que salió con todo pese a no necesitar la victoria. El equipo bávaro es peligrosísimo al contragolpe, porque tiene mucha velocidad arriba.
Van der Saar volvió a estar sublime a sus treinta y nueve años, me quito el sombrero ante el guardameta holandés, evitando en más de una ocasión el tanto del Bayern. Y a cinco minutos para el descanso, una genialidad de Nani ponía la eliminatoria muy cuesta arriba para los de Van Gaal. El extremo portugués lideró al United en una noche en la que Rooney no estuvo. Una clara evidencia de que Fergie no tendría que haberle ni siquiera convocado.
El Bayern sorprendió acto seguido y volvió a poner las cosas tal y como estaban antes del tanto del segundo tanto de Nani. Olic aprovechó una buena peinada de Muller, un chaval al que hay que seguir muy de cerca porque promete, que le sirvió para meter nuevamente a los alemanes en el partido.
Los de Van Gaal salieron con confianza en la segunda parte y movieron con criterio el balón. Buscaron bien las cosquillas a la defensa rival, caso aparte el de Ribery, que fue una pesadilla para los Red Devils, seguro que todavía le están buscando por Old Trafford. El Manchester se hinchó a faltas y así, Rafael dejó a su los locales en inferioridad numérica con cuarenta minutos largos todavía por delante.
Los de Van Gaal avisaron, pero no terminaban. Sin embargo, no perdieron la paciencia. Fue como si supiesen que el tanto acabaría llegando. El partido seguía pasando y los de Ferguson iban retrasando cada vez más sus líneas, hasta que a falta de un cuarto de hora para el final, Robben se sacó una volea cruzada que entró en el poste derecho de un Van der Saar que fue un espectador más.
El United trató de reaccionar con la entrada de Giggs y Berbatov, pero esta vez el Bayern le tenía cogida la matrícula y no se repitió lo de hace once años en la final de la Champions en el Camp Nou. El fútbol es justo y estaba en deuda con los bávaros. Ahora se verán las caras frente a un Lyon que disputará su primera semifinal de Champions tras perder por un sólo tanto de diferencia frente al Girondins.
Hola,
ResponderEliminarOnce años después, llegó la revancha. El Manchester desperdició el partido, el resultado.. y le costó la eliminación.
Te añadí a mi lista de enlaces.
Saludso!