La necesidad de levantar un título

Por Ander Barroso.-

El Real Madrid estrenará el 2010 en el Reyno de Navarra en un encuentro dónde Osasuna no dará ningún sólo balón por perdido. Será un escenario agrio para los Cristiano Ronaldo, Higuaín o Van der Vaart, pero no lo suficiente como para que se dude del talento de un equipo que se fue de vacaciones con la moral por las nubes tras meterle seis al Zaragoza y quiere retomar la competición de la misma manera.

Pellegrini ha insistido a sus futbolistas tras el parón navideño que es importante mantener una mentalidad ganadora y para ello han de agarrarse a la buena imagen que dieron en el clásico, dónde pese a perder, el equipo blanco demostró personalidad y ese es un paso importante, siempre que exista continuidad.

El técnico chileno está más que satisfecho con la plantilla que dispone (¡cómo para no estarlo!) y apostará por lo que tiene para el asalto a los títulos. Sólo se prevé la llegada de un lateral que permita a Sergio Ramos desplazarse al centro de la zaga para sustituir al lesionado Pepe, al que se le echará de menos.

Por otra parte, se espera el regreso de un Kaká al que se le quiere ver en su mejor versión, algo de lo que todavía no hemos tenido el privilegio de disfrutar. A medida que el brasileño empiece a estar entonado, el Madrid también irá a más, siempre liderado por Cristiano.

El portugués es indiscutible en la delantera blanca, mientras que Higuaín es el otro delantero titular, pues está por delante de un Benzema al que ha releegado porque no se está adaptando tal y como se esperaba. El francés está teniendo más problemas para ver puerta y participar en el fútbol del equipo, pero acabará explotando y el Madrid debe estar tranquilo por el presente y futuro que tiene.

Florentino quiere títulos en la primera temporada de su segunda etapa como presidente. Cuando fichó a Cristiano, Benzema, Kaká y Xabi Alonso, lo hizo pensando en volver a situar al Real Madrid al primer nivel y para ello es necesario la llegada de algún título.

El vestuario es consciente de ello. La eliminación en Copa les ha hecho un gran favor, para así centrarse en las dos competiciones realmente importantes. La Champions es la preferencia, porque la final se disputa en el Santiago Bernabéu. Además, las posibilidades son más altas que en Liga, porque este Madrid es práctico y puede llegar a las semifinales sin hacer un fútbol brillante.

En cambio, la Liga será más difícil, ya que para ello el Barca tendrá que pinchar más de la cuenta y eso en el equipo de Guardiola no es habitual. La misión de los de Pellegrini es la de mantenerse en la estela del cuadro culé y aguardar al clásico en el Bernabéu, en el que habrá más de medio título en juego si se mantiene la igualdad de ahora.