Algo más que casualidad

Por Ander Barroso.-

El Mallorca está siendo la gran revelación de esta Liga y no creo que nadie dude de esto, puesto que a falta de tres partidos para que finalice la primera vuelta, el equipo de Gregorio Manzano está en puestos de Champions. El asunto no tenía buen panorama en pretemporada, ya que los problemas institucionales de la entidad provocaron que Manzano apenas contase con refuerzos importantes.

Sin embargo, al técnico bermellón le basta y le sobra con lo que tiene. El potencial de este Mallorca no ha dejado indiferente a nadie y el Ono Estadi se ha convertido en uno de los campos más respetados de Primera. Los de Manzano son junto al Real Madrid, los únicos equipos que han ganado todos los partidos como locales (24 de 24).

Su asignatura pendiente está fuera de casa, aunque han realizado grandes actuaciones en estadios como Mestalla, Vicente Calderón o El Madrigal, dónde han sumado. Todo ello ha provocado que la permanencia se haya convertido en una misión asequible para los de Manzano, que empiezan a soñar con retos más ambiciosos.

La gran estrella de este Mallorca no es otro que Aritz Aduriz. El delantero guipuzcoano lleva ocho goles y eso que ha estado algo más de un mes lesionado. Del Bosque le tiene en su agenda y si sigue a este nivel, no le descarten. Desde que llegó al equipo bermellón hace más de un año, ha sido uno de los baluartes de la plantilla y está cumpliendo con la responsabilidad que le dieron desde un primer momento.

El hecho de que normalmente actué solo en la delantera no es algo que le incomode demasiado, pues detrás de él tiene a Borja Valero, con el que se entiende a la perfección. El Mallorca es un equipo muy peligroso entre líneas y la velocidad de ambos se ha convertido en una de sus armas más letales.

Manzano es un técnico que siempre ha apostado por el buen fútbol y su Mallorca no es menos. Mario y Martí le dan mucha solidez a la medular, y la aportación desde ambas bandas de Julio Álvarez y Castro también debe ser mencionada, porque tienen llegada y mucho peligro.

Todo buen equipo necesita ser compacto atrás y el Mallorca ha conseguido una gran seguridad. Aouate ha hecho olvidar a Moya, suplente de César en el Valencia y los de Manzano reciben un gol por partido, cifra nada despreciable. Nunes es el amo de la defensa, pero gente como Josemi, Rubén o Ayoze son muy aprovechables.

Puede que se le haga demasiado larga la temporada al equipo balear, aunque la mayoría de sus rivales en la lucha por acabar entre los seis primeros están inmersos en tres competiciones y ellos están centrados unicamente en la Liga y la Copa del Rey. El Mallorca ha hecho de su estadio y un fortín y su asignatura pendiente está como visitante, si quiere consolidarse con los de arriba. Soñar es libre y motivos no les faltan para hacerlo.