Por Ander Barroso.-
El Arsenal volvió a dar un paso atrás en su lucha por el título tras empatar en el Emirates Stadium ante un Everton que mostró su mejor versión de toda la temporada. Los de Wenger no contaban ni con Cesc ni Van Persie para la cita, pero dar por bueno el empate por ese hecho sería de estúpidos. Los Toffees fueron superiores de principio a fin, porque tuvieron más claridad que los locales para llegar al area rival.
Así, el cuadro de Moyes no tardó demasiado en silenciar el Emirates. Corría el minuto 13, cuando un saque de esquina desde la derecha fue rematado por Osman, que se anticipó a todo la defensa gunner para poner el balón en un lugar inalcanzable. A partir de ahí, el Arsenal tuvo el balón y el Everton plantó una línea de cinco en la medular infranqueable.
Arshavin lo intentó pero no fue su tarde más fina, Eduardo también pudo marcar, pero el encargado de poner las tablas en el marcador a la media hora del primer tiempo fue Denilson. Es curioso lo de este Arsenal, que cuenta con una buena hornada de futbolistas todavía por explotar con unas cualidades realmente interesantes. Es el caso del propio Denilson, Da Silva, Nasri o Ramsey.
Sin embargo, si hay alguien que estuvo por encima de todos, ese fue Landon Donovan. El futbolista estadounidense no pudo tener un debut con el Everton más positivo. Fue titular y su peligro fue constante. Se entendió a la perfección con los de arriba, pese a que todavía se está adaptando al fútbol inglés.
Con el 1-1, todo hacía indicar que la segunda parte sería un dominio constante del Arsenal frente a un Everton encerrado en su campo. Pero no fue así y los Toffees estuvieron en todo momento bien colocados cuando no tenían balón y no se conformaban con eso, sino que dieron unos cuántos sustos a la parroquia Gunner al contragolpe, antes de que Pienaar sorprendiera llegando desde la segunda línea para plantarse delante de Almunia y sorprenderle con una vaselina que acabó en la portería.
Los del Goodison Park pudieron sentenciar acto después en otra acción parecida pero esta vez Almunia aguantó y salvó lo que pudo haber sido la sentencia. Wenger quemó los últimos cartuchos, metió a Rosicky y fue el checo quién rescató, al menos, un punto para los suyos aprovechando un balón dentro del area que convirtió en oro.
Tras lo visto, el empate no es del todo malo para el Arsenal si se tiene en cuenta que el United también pinchó y los Gunners tienen un partido menos que los de Ferguson, por lo que el título sigue siendo más que posible pues el liderato está a tres puntos.
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